Las conspiraciones diabólicas,
contra el ser humano, entre
Dios y el Diablo, eran una realidad
sobre cortina muda...irrefutable ...

Bloqueó su mente lo más/ que pudo para no verle/ en sus sueños
y… lo consiguió./ Tan sólo le vio en un par de ocasiones/ pero, como
siempre, sus asuntos/ eran más elevados que los suyos.
La patraña ya estaba consumada.
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